91 669 07 92 [email protected]

La uralita con amianto despierta mucha preocupación en las personas. Y es normal. Al fin y al cabo, la exposición a este mineral durante mucho tiempo puede provocar enfermedades tan graves como el mesotelioma pleural o el cáncer de pulmón. No obstante, hay que tener en cuenta que la uralita con amianto no siempre es peligrosa: lo es cuando se encuentra en mal estado.

Casos en los que la uralita está en mal estado

Uralita es el término comercial utilizado para referirse a un material de construcción conocido como fibrocemento. Fue extremadamente popular y utilizado en nuestro país durante la segunda mitad del siglo XX, hasta el descubrimiento médico de su naturaleza cancerígeni. Sin embargo, y mientras las partículas de amianto permanecen unidas al cemento, el fibrocemento no representa un peligro para la salud de las personas. Es en el momento en el que se deteriora y las fibras de amianto se desprenden del cemento e inundan el ambiente cuando las personas comienzan a inhalarlas y a sufrir las consecuencias. De ahí la peligrosidad de la uralita en mal estado.

casos en los que la uralita esta en mal estado

Se encuentra rota

Existen muchas circunstancias que pueden llevar a la uralita a encontrarse en mal estado y, en consecuencia, a convertirse en un riesgo para la salud de quienes se encuentran a su alrededor. Y una de esas circunstancias es su rotura. El mal uso de las estructura con uralita, las condiciones medioambientales o las agresiones pueden desembocar en una uralita rota. En esos instantes resulta indispensable acudir a una empresa autorizada por el RERA para proceder con su retirada.

Es un material viejo

Otra de esas circunstancias es el paso del tiempo. Aunque el amianto presenta una formidable resistencia al desgaste, el fibrocemento en su conjunto también sufre la fractura de los años. De media, las uralitas aguantan en buenas condiciones unos 25 años, siempre que no sufran una rotura o un deterioro pro causas medioambientales. De ahí la necesidad de realizar inspecciones periódicas del material y comprobar que no se encuentra deteriorado. Es una cuestión de salud.

Final de la vida útil

En cualquier caso, la uralita no tiene por qué encontrarse en mal estado para ser retirada. Si ha cumplido su vida útil, y aunque esté en las mejores condiciones del mundo, también deberá ser eliminada según lo establecido en nuestro marco jurídico. Las normativas son muy claras a este respecto y están orientadas a proteger al conjunto de la sociedad y a las personas expuestas a las fuentes de amianto en particular. Después de todo, la uralita vieja es muy peligrosa.

peligros de la uralita en mal estado

Peligros de la uralita en mal estado

Como ya hemos señalado antes, los peligros de la uralita en mal estado provienen de la liberación de las microfibras de amianto al ambiente y la inhalación de las mismas por parte de las personas. Estas microfibras presentan dos condiciones claves. Por un lado, son muy finas, lo que provoca que puedan penetrar fácilmente en los tejidos orgánicos. Por otro lado, son muy biopersistentes, lo que indica que aguanta muchísimo tiempo en el organismo pese a los esfuerzos de este por eliminarlas. Por eso las enfermedades asociadas al amianto surgen décadas después de la propia exposición.

Qué hacer si se presenta esta situación

Es muy importante entender que la uralita con amianto no puede ser manipulada por personas particulares ni empresas no autorizadas. De hecho, puede suponer sanciones económicas muy elevadas e incluso constituir un delito contra la salud pública en ocasiones. En ese sentido, solo los profesionales formados específicamente en la manipulación de amianto y contratados por una empresa inscrita en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) puede realizar la retirada. Ante la menor sospecha, llámanos. Nos encargaremos de todo.