La asbestosis es una de las tres enfermedades principales provocadas por la inhalación de las partículas de amianto de manera continuada. En la actualidad, y por fortuna, se encuentra recogida como enfermedad de carácter profesional, puesto que la inmensa mayoría de las personas que la han desarrollado en las últimas décadas han sido trabajadores expuestos al amianto o al asbesto en su entorno profesional. Y, aunque no es tan grave como las otras dos, puede mermar muy significativamente la calidad de vida.
Qué es la asbestosis
La enfermedad asbestosis es una enfermedad pulmonar causada por las pequeñas fibras que componen el asbesto, un mineral metamórfico fibroso que los seres humanos estuvimos utilizando masivamente durante el siglo XX para construir todo tipo de edificios y materiales. Así fue hasta que, a finales de ese mismo siglo, la ciencia descubrió la peligrosidad que escondía. Pero era tarde.
Al menos para muchas personas que durante todas esas décadas se habían expuesto al asbesto. Y sin ningún tipo de protección puesto que nadie intuía que pudiera ser tóxico y cancerígeno. Su incidencia, desde que el asbesto se prohibiera en el año 2001, está descendiendo, pero conviene conocer los síntomas para estar alerta acerca de su aparición.
Principales síntomas
Uno de los síntomas principales de la asbestosis es la falta de aire. Además, el cuadro suele estar marcado a menudo por la presencia de una tos seca y persistente muy molesta y desagradable para la persona. Otro síntoma tiene que ver con el propio pecho: las personas enfermas de asbestosis suelen sufrir opresiones y dolores en el mismo con frecuencia. Por último, también son síntomas de esta enfermedad los sonidos secos y crepitantes en los pulmones al inhalar y los llamados dedos en palillo de tambor.
¿La asbestosis se considera enfermedad profesional?
El cuadro de enfermedades profesionales asociadas a la inhalación de micropartículas de asbesto lo puedes encontrar en el Real Decreto 1299/2006 de 10 de noviembre. Precisamente ahí está presente la asbestosis, junto con el cáncer de pulmón y el mesiotelioma pleural, las otras dos enfermedades asociadas.
Como hemos indicado antes, la asbestosis es la menos graves de las tres pero hay que tener en cuenta que la tenencia de asbestosis aumenta considerablemente el riesgo de sufrir las otras dos: el cáncer de pulmón y el mesotelioma pleural maligno. Dos enfermedades que pueden ser mortales. A menudo lo son.
Otras enfermedades relacionadas con el trabajo con amianto
Como ya hemos comentado, además de la asbestosis pulmonar, la inhalación continuada en el tiempo de las microfibras de asbesto o de amianto pueden provocar tanto cáncer de pulmón como mesotelioma pleural, el cual corresponde con un tipo de cáncer muy agresivo en el revestimiento de los pulmones.
Este último en concreto, el mesotelioma pleural, está provocado principalmente por la exposición al asbesto o al amianto. De hecho, hasta un 80% de los casos registrados tienen esta exposición como causa. Y de ahí la enorme importancia de protegerse del amianto para alejar estas enfermedades de tu vida.
Cómo prevenir este tipo de enfermedades
Dado que el amianto es un material prohibido en nuestro país, los trabajadores no están expuestos a él. Esto ayuda profundamente a la prevención de las enfermedades asociadas a esa exposición. Sin embargo, existen unos cuantos trabajadores que aún tienen que lidiar con el asbesto y con su peligrosidad.
Somos nosotros: los especialistas en retirada de estructuras con uralita de amianto. A fin de cuentas alguien tiene que retirarlas para que, un día, la sociedad se libre de todo el asbesto instalado durante décadas. Es nuestra misión. Si localizas asbesto en casa, llámanos: nos encargaremos de eliminarlo.