Durante décadas, la uralita fue un material estrella en la construcción. La encontrábamos en tejados, bajantes, tuberías y hasta en depósitos de agua. ¿La razón? Era barata, resistente y fácil de instalar. Pero lo que muchos no sabían, y quizás tú tampoco, es que gran parte de esa uralita contenía amianto, un componente que hoy sabemos que puede ser muy peligroso para nuestra salud. La pregunta que se plantea hoy es clave: ¿cómo afecta la uralita a la salud? En este artículo vamos a explicártelo al detalle. Verás por qué el amianto es tan perjudicial, qué enfermedades provoca y qué hacer si crees que has estado expuesto.
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¿Qué es exactamente la uralita y por qué es peligrosa?
La uralita es un tipo de fibrocemento que, hasta hace unos años, incluía amianto en su composición. Aunque hoy está prohibido, durante décadas se usó sin medida. Y aquí viene el problema: el amianto, al degradarse, libera fibras microscópicas que pueden quedar suspendidas en el aire.
Cuando esas fibras se inhalan, pueden alojarse en los pulmones y, con el tiempo, provocar enfermedades muy serias. Por eso, no basta con saber que un material contiene amianto. Es fundamental entender cómo afecta la uralita a la salud, incluso años después de haber estado en contacto con ella.
¿Cómo afecta la uralita a la salud? Principales riesgos
Para comprender la magnitud del problema, vamos a repasar los efectos del amianto en el organismo. Muchos de ellos no se presentan de inmediato, sino que aparecen décadas después de la exposición inicial.
Inhalación de amianto
El mecanismo más habitual por el cual la uralita afecta a la salud es la inhalación de fibras de amianto. Cuando el material se rompe, se deteriora o se manipula sin protección, libera estas fibras al ambiente. Si las respiras, pueden quedarse atrapadas en los pulmones.
Ahí no hacen ruido ni molestan al principio, pero con el paso de los años pueden desencadenar graves problemas respiratorios. La inhalación de amianto es una de las principales causas de enfermedades relacionadas con la uralita.
Exposición prolongada: un enemigo silencioso
El verdadero peligro no está tanto en un contacto puntual, sino en la exposición repetida o prolongada a la uralita en mal estado. Personas que han trabajado durante años en la construcción, en astilleros o incluso en mantenimiento de edificios antiguos, han sido las más afectadas.
Pero ojo, no hace falta haber trabajado con uralita para estar en riesgo. Vivir bajo un tejado deteriorado o almacenar agua en depósitos antiguos también puede exponerte sin que te des cuenta.
Síntomas invisibles al principio
Uno de los mayores peligros es que los síntomas no aparecen de inmediato. Puedes haber estado en contacto con uralita contaminada hace 20 o 30 años y no tener ni tos.
Por eso, es tan importante que conozcas bien cómo afecta la uralita a la salud, aunque no sientas molestias. El cuerpo tarda años en manifestar los daños, y cuando lo hace, suele ser tarde para actuar.
Enfermedades asociadas al amianto
Las fibras de amianto presentes en la uralita pueden provocar diversas patologías, algunas muy graves. Vamos a ver las principales.
Fibrosis pulmonar por amianto
También conocida como asbestosis, esta enfermedad se produce cuando las fibras inhaladas causan cicatrices en los pulmones, dificultando la respiración. Es una dolencia crónica, progresiva y muy incapacitante.
La fibrosis pulmonar por amianto no tiene cura, pero puede ralentizarse si se detecta a tiempo. Es frecuente en personas que trabajaron durante años con uralita sin protección.
Cáncer de pulmón
El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón se dispara en personas expuestas al amianto, especialmente si además son fumadoras. Las fibras actúan como un factor cancerígeno silencioso, que va deteriorando las células del tejido pulmonar.
Este tipo de cáncer puede tardar entre 15 y 40 años en desarrollarse tras la exposición. Otra razón de peso para entender cómo afecta la uralita a la salud a largo plazo.
Mesotelioma: el cáncer más temido
El mesotelioma pleural es una enfermedad rara pero extremadamente agresiva. Afecta al revestimiento de los pulmones y está directamente vinculado a la exposición al amianto.
Casi todos los casos documentados de mesotelioma por uralita tienen su origen en un entorno donde hubo contacto con amianto. No hay cura conocida y su diagnóstico suele llegar tarde.
Otras patologías relacionadas
Además de las anteriores, la uralita puede estar vinculada con:
- Cáncer de laringe o estómago.
- Engrosamientos pleurales.
- Derrames pulmonares persistentes.
Todas estas son consecuencias de la uralita que, aunque menos conocidas, no deben pasarse por alto.
¿Qué síntomas pueden indicar exposición a uralita?
Aunque no siempre hay signos evidentes, existen algunas señales que pueden alertarte. Presta atención si notas:
- Tos seca persistente.
- Dificultad para respirar con esfuerzo leve.
- Dolor en el pecho sin causa aparente.
- Fatiga crónica sin explicación médica.
- Silbidos al respirar o pérdida de capacidad pulmonar.
Si has vivido o trabajado en lugares donde había uralita, y presentas alguno de estos síntomas, consulta con tu médico y coméntale la posible exposición a uralita y sus síntomas asociados.
¿Cómo saber si hay uralita en tu casa o edificio?
Detectar uralita a simple vista no siempre es fácil, pero hay algunos indicios que pueden ayudarte.
Material y aspecto
La uralita suele tener un color grisáceo, con un acabado rugoso. Se encuentra comúnmente en:
- Tejados ondulados.
- Bajantes de agua.
- Chimeneas y conductos.
- Depósitos antiguos de agua.
Si sospechas que alguno de estos elementos puede contener amianto, no los toques. Lo mejor es contactar con un equipo experto que realice un análisis.
Año de construcción
Si tu vivienda fue construida antes del año 2002, es probable que se utilizara uralita en alguna parte. En esos casos, más vale prevenir que curar.
Saber cómo afecta la uralita a la salud te ayuda a tomar decisiones conscientes sobre qué hacer y cómo actuar.
¿Qué hacer si encuentras uralita en tu propiedad?
Lo más importante es no manipularla ni intentar retirarla por tu cuenta. El simple hecho de romper o taladrar una placa puede liberar fibras peligrosas.
Lo mejor que puedes hacer es:
- Evitar cualquier contacto.
- Informar a otros ocupantes del inmueble.
- Llamar a una empresa especializada en retirada segura de uralita.
- No ventilar la zona hasta que sea evaluada.
En nuestra empresa nos encargamos de todo el proceso: evaluación, desmontaje, embalaje, transporte y entrega en centros autorizados. Todo conforme a la normativa vigente.
¿Quién corre mayor riesgo con la uralita?
Las personas más expuestas al amianto suelen ser:
- Trabajadores de la construcción.
- Mecánicos de calderas o fontaneros.
- Vecinos de edificios antiguos con uralita deteriorada.
- Familiares de trabajadores que llevaban polvo en la ropa.
Pero cualquier persona puede estar en riesgo si vive bajo un tejado de uralita agrietada. Conocer bien cómo afecta la uralita a la salud es la clave para actuar antes de que sea tarde.
¿Se puede prevenir el daño causado por la uralita?
Aunque los efectos del amianto suelen aparecer años después, la buena noticia es que sí se puede prevenir su exposición.
La solución es sencilla: retirar la uralita con seguridad, cumpliendo la legislación, utilizando protección adecuada y gestionando el residuo en centros autorizados.
Además, conviene hacer inspecciones en edificios antiguos para detectar posibles riesgos antes de que se manifiesten los efectos de la uralita en la salud.
Por qué debes actuar ya si sospechas de uralita
Como has visto, la respuesta a cómo afecta la uralita a la salud es clara: puede provocar enfermedades respiratorias graves, algunas incurables, y hacerlo de forma silenciosa. La inhalación de amianto es un enemigo que no da la cara hasta décadas después.
Por eso, si crees que en tu entorno puede haber uralita en mal estado, no lo dejes pasar. Actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre vivir tranquilo o enfrentarte a consecuencias irreversibles.
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