No son especulaciones. Las investigaciones médicas han establecido en numerosas ocasiones, con fiabilidad y seguridad, una relación causal entre la exposición continuada al amianto y la aparición de cáncer. Aunque pueden producirse otros muchos tipos, los dos más frecuentes vinculados a la inhalación de las microfibras de amianto son el cáncer de pulmón y el mesotelioma pleural, una variedad muy grave de cáncer que se encuentra motivada en un 80% de los casos por este mineral tan peligroso.
Por qué la uralita puede causar cáncer
La clave del carácter cancerígeno de la uralita de amianto lo encontramos en las características de las fibras que componen a este. Y es que hablamos de unas fibras que, gracias a su delgadez y a su geometría, poseen una gran capacidad de penetración celular. Además, a esto debemos sumar su biopersistencia dentro de los pulmones. Es decir, su capacidad para resistir a los intentos del organismo por desprenderse de ellas. Estas cualidades hacen de estas fibras unas fibras muy nocivas para el ser humano.
Qué uralitas son cancerígenas
Cuando hablamos de uralita hablamos de fibrocemento con amianto, un compuesto elaborado con cemento y fibras de este mineral que fue ampliamente utilizado entre los años cuarenta del siglo XX y 2002, cuando entró en vigor la prohibición de su uso en nuestro país. No obstante, posteriormente ha seguido usándose el término uralita para referirse al resto de materiales sin amianto que intentan imitar sus propiedades. Estas uralitas sin amianto no son cancerígenas. Son la alternativa inofensiva a la uralita original.
En cuanto al amianto en sí mismo, existen seis minerales metamórficos fibrosos encuadrados dentro de esta categoría: crisotilo, amosita, crocidolita, tremolita, antofilita y actinolita. Si bien todos ellos poseen factores muy similares que los convierten en minerales cancerígenos, según la Organización Mundial de la Salud, hay dos que sobresalen en toxicidad por encima del resto: la crodidolita y la amosita. Estos tienen todavía más capacidad para provocar daños en las celulas pulmonares que los demás amiantos.
Cuándo la uralita produce cáncer
Ahora ya sabes por qué la uralita puede causar cáncer. No obstante, es importante comprender que estas enfermedades cancerígenas no aparecen unas semanas después de la exposición. Tampoco en unos meses o años tras la misma. En realidad, la aparición del mesotelioma pleural o el cáncer de pulmón asociados a esas microfibras de amianto tiene lugar décadas más tarde. Entre unos diez y unos cuarenta años después. La única solución es protegernos ahora. Y nosotros estamos aquí para ayudarte.
Qué hacer para no tener cáncer derivado de la uralita
Evitar el cáncer por uralitas solo tiene dos caminos. Por un lado, no exponerse al material. Y para esto basta con consultar a una empresa especializada como la nuestra en cuanto se sospecha de algún material dentro del hogar o dentro del local. Por otro lado, exponerse con los equipos de protección adecuados. Es el modus operandi de nuestros profesionales. Ellos utilizan sistemas de protección de uralitas para retirarla de forma eficiente y segura. Tanto para ellos mismos como para los demás.
Sistemas de protección para las uralitas
Las uralitas cancerígenas deben ser retiradas de los edificios en los que se encuentran instaladas. De eso no hay la más mínima duda. Alguien tiene que hacerlo. Y los especialistas que conforman nuestra empresa son expertos dispuestos a hacerlo. Para ello utilizan medios técnicos avanzados, así como trajes, guantes, gafas, mascarillas FFP3 y cabinas de desamiantado que les permitan operar con total seguridad. Ah, y recuerda las subvenciones para quitar uralita que tienes a tu disposición. Que el dinero no comprometa tu salud.